Quiera Dios

Retrato antiguo de unos novios, apoyado en el contenedor de la basura
Foto por veteporlasombra

—¡Venga, Benito, date prisa, que estarán esperando en el banquete!

—Pues que esperen; no se van a ir...

—Colóquese a la derecha de la novia, por favor.

—¿Aquí le parece bien?

—Ahí está perfecto, caballero. ¿Me hacen el favor de sonreír?

—Si me cuenta un chiste...

—¡Ay, Benito, compórtate un poco!

—Bien, señora, esa sonrisa. Caballero, la foto quedará mejor si también sonríe usted.

—¡Vamos, Benito, hazle caso al señor!

—¿Qué quieres, Antonia? Ni que fuera uno Chalton Geston.

—Así está mejor, señor. Miren al pajarito, un, dos, tres... ¡Ya está!

—¡Venga, vámonos p'al convite!

—¿Y esto tarda mucho usté en revelarlas?

—No le atosigues, Antonia; el cura ha dicho que tenemos toda la vida por delante.

—No señora; en una semana, a más tardar, pueden venir ustedes a recoger las fotos.

—¿Ah, pero no nos las envía a casa? Nuestra casa está en la calle Pelícano, en Carabanchel.

—La casa es del banco, Antonia, que se va a creer el señor fotógrafo que somos millonarios.

—Si quedara aquí en Useras, tal vez podría hacerles el favor de acercarles el álbum, pero en Carabanchel...

—¡Pero si eso coge usté el 47 en Marcelo Useras, y le deja en la calle Pelícano en un santiamén! El de la raya roja, no se confunda y vaya a terminar en el cementerio de Carabanchel.

—En el cementerio vamos a terminar todos... Venga, Antonia, deja ya al señor, que se van a enfriar las cocretas.

—Lo siento, pero de lo normal no servimos las fotos a domicilio. Déjenme ustedes su número de teléfono, y ya les aviso yo cuando las tenga.

—Teléfono no tenemos todavía; si quiere le digo el de mis suegros.

—Es igual Antonia; ya vendremos a recoger las fotos a la vuelta del viaje.

—¿Se van ustedes de luna de miel?

—Sí, a Sevilla, pasado mañana. Por eso le preguntaba, por ver si podíamos tener las fotos antes del viaje de novios.

—Antes del miércoles, imposible.

—Antonia, salgo pa'fuera, a echarme un pitillo.

—¡Benito, espérame, que ya salgo yo también! Bueno, pues vendremos a por las fotos a la vuelta de Sevilla. ¡Sáquenos usté bien guapos!, ¿eh?

—Descuide, señora, seguro que sí. Ojalá que sean ustedes muy felices. Hasta entonces, entonces.

—Quiera Dios que seamos felices, sí... Muchas gracias, señor. Bueno, pues adiós. ¿Dónde se habrá metido este hombre? ¡Benito!...

Comentarios

  1. "Pues hasta entonces, entonces", qué bueno!
    Me has trasladado a otra época, creo que has hecho un gran retrato!
    Un abrazo Miguel

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  2. Ésa era la idea, hacer un viaje al momento en que fue tomada la foto y a quién debieron ser sus protagonistas. Pero de lo que fuimos en esta vida, sólo quedarán especulaciones de arqueólogo.

    Gracias Loles, por leer y comentar, un abrazo.

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    Respuestas
    1. Anónimo3:10 p. m.

      Que bueno, época muy pasadas, a nosotros, co vivimos en Usera si nos las trajeron a casa, pero el de mi madre porque estábamos de viaje. Hace ya 58 años. Jjjjj que vieja soy, pero en cuento me ha encantado. Gracias por tus cuentos son geniales.

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    2. Gracias por tu incondicional adhesión a mi cuentos. Un abrazo.

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