Historias de la edad de oro

Fotograma de la película "Historias de la edad de oro"
Fotograma de Historias de la edad de oro

Ayer fui a ver la película Historias de la edad de oro. Por lo visto, creo que más bien deberían haber traducido el título por Leyendas de la edad de oro, o incluso mejor por Leyendas urbanas de la edad de oro. Era una película compuesta de una mini serie de historias cada una de las cuales narraba una "leyenda urbana" de la última época de la dictadura comunista en Rumanía.

Por lo que he leído, en la última época de la dictadura de Ceaucescu la gente pasó muchas calamidades, y paradójicamente el régimen comunista la denominaba "la edad de oro".

Me encantan las tragicomedias, y a mí el comunismo siempre me ha parecido tragicómico. Por un lado está toda esa parafernalia de himnos, desfiles, y banderas llamando al pueblo a la lucha en defensa de la igualdad. He de confesar que me motivan esos himnos gloriosos y esas coreografías exaltadas. Y por otro lado está el pueblo, que vive una vida gris y calamitosa, mientras los cancerberos amargados del dictador de turno, es decir, la policía secreta, vigila cual inquisición que nadie pervierta los principios de la revolución. En los gobiernos comunistas todo el mundo se siente vigilado. Una película recomendable para los que aún sueñan con la utopía de la dictadura proletaria.

Ya digo que desde fuera todo me parece tragicómico, como en aquellas películas de humor del neorralismo italiano en que te reías con las absurdas estrategias que se montaba la gente para escapar de la miseria.

Y no menos surrealista y tragicómico me resulta el retrato de ese jerarca o burócrata que habla de nobles ideales cuando lo único que le importa es quedar bien y llenarse la barriga en la merienda de turno. También todo muy berlanguiano, y comparable al memorable Plácido.

Pues bien: las leyendas que componen Historias de la edad de oro son tragicomedias que narran el drama de gente sencilla que intenta escapar de una vida gris inventándose estrategias que sólo los desesperados son capaces de descubrir en un vertedero en el que apenas hay nada que rescatar que merezca la pena. La absurda obsesión del opresor y la estrategia del desdedichado y el más que probable descalabro componen la parte cómica. El resto es tragedia.

Algunas de las otras leyendas que componen la cinta son tierno drama y no tienen nada de comedia.

Me gustó mucho la película, es como si la hubieran hecho para mi gusto, para mi forma de ver el mundo. Voy poco al cine, pero cuando me animo y acierto con una película que me gusta me siento muy afortunado...

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